miércoles, 24 de septiembre de 2014

LECCION DE ESCUELA SABATICA 13 PARA EL SABADO 27 DE SEPTIEMBRE 2014

Lección 13: Para el 27 de septiembre de 2014
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Sábado 20 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 14:1-3; Mateo 16:27; 1 Tesa- lonicenses 4:13-18; Mateo 24:3-14, 42, 44.
PARA MEMORIZAR:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3).
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO, mencionada más de trescientas veces en el Nuevo Testamento, es el toque final de nuestras enseñanzas. Es esencial para nuestra identidad como cristianos adventistas del séptimo día. La doctrina está grabada en nuestro nombre y es una parte crucial del evangelio que somos llamados a proclamar. Sin la promesa de su venida, nuestra fe sería en vano. Esta verdad gloriosa nos da un sentido de destino y motiva nuestra tarea misionera.
Se podría argumentar que la demora del tiempo más allá de nuestras expectativas socavaría nuestra creencia en la promesa de Jesús de regresar. Sin embargo, esto no ha sucedido, pues “ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”(Rom. 13:11). Para muchos, nuestra pasión por el regreso de Cristo es más fuerte que nunca.
Esta semana, repasaremos lo que Jesús dijo acerca de “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).
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Lección 13 // Domingo 21 de septiembre
LA PROMESA
Al terminar la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos que iría a un lugar al que, al menos por el momento, ellos no podían ir (Juan 13:33). El pensamiento de que el Maestro no estaría más con ellos llenó de dolor y temor los corazones de los discípulos. Pedro preguntó: “Señor, ¿a dónde vas? [...] ¿por qué no te puedo seguir ahora? (Juan 13:36, 37).Cristo conocía el deseo de los discípulos y les aseguró que la separación sería temporaria.
Lee la promesa de Cristo para nosotros en Juan 14:1 al 3. Aplica esas palabras a ti mismo. ¿Por qué deberían ser tan importantes para ti?
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3).
La promesa de nuestro Señor no pudo haber sido más enfática. En griego, la frase “vendré otra vez” está en el tiempo presente, acentuando la certeza. Podría ser traducida, literalmente, “yo estoy volviendo otra vez”.
Jesús nos ha dado la seguridad de su segunda venida. Él no dijo: “Puede ser que vuelva otra vez”, sino que dijo: “Yo vendré otra vez”. Cada vez que Jesús mencionó su regreso, lo hizo con total certeza.
A veces, hacemos promesas que después no podemos cumplir, incluso a pesar de nuestros mejores esfuerzos y determinación. Ese no es el caso con Cristo. Muchas veces probó, sin lugar a dudas, que su palabra es fidedigna.
Refiriéndose a su encarnación, el Señor había anunciado proféticamente a través de David:“He aquí, vengo” (Sal. 40:7). Y lo hizo (Heb. 10:5-7). La realidad de su primera venida sustenta la certeza de su segunda venida.
Durante su ministerio terrenal, Jesús prometió a un padre desesperado: “No temas; cree solamente, y será salva” (Luc. 8:50). Y, efectivamente, la hija de Jairo fue sanada, incluso aunque había estado muerta. Cristo anunció que tres días después de su propia muerte se levantaría de la tumba; y lo hizo. Prometió el Espíritu Santo a sus discípulos; y lo envió justo en el tiempo indicado. Si nuestro Señor honró todas sus promesas en el pasado, incluso aquellas que, desde una perspectiva humana, parecían imposibles de cumplirse, podemos estar totalmente seguros de que mantendrá su promesa de regresar otra vez.
¿Cómo puedes mantener viva en tu corazón la llama de la esperanza de la segunda venida de Jesús?
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Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día. 2 Pedro 3: 8
Una de las cosas que necesitamos entender en el estudio de éste día, es que Dios no tiene el mismo reloj que nosotros los humanos usamos. Vamos a ser el cálculo del reloj de Dios al nuestro.
Dios                                        Humanos
1 dia                                        1000 años
12 horas                                  500 años
6 horas                                    250 años
3 horas                                    125 años
1 hora y media                        62 años y 6 meses
45 minutos                              31 años y 3 meses
22 minutos y medio              15 años y 7 meses y medio
11 minutos y 15 segundos      7 años, 8 meses, 22 días
5  minutos y 37 segundos       3 años, 10 meses, 11 días 
2 minutos y 45 segundos        1 año, 11 meses, medio día 
1 minuto con 22 segundos      11 meses y medio y 6 horas
41 segundos                                5 meses y medio y 3 horas
20 segundos                                2 meses, 7 días y hora y media
10 segundos                                1 mes, 3 días,  18 horas
5 segundos                                   17 días y 9 horas
2 segundos                                  8 días y 16 horas
1 segundo                                    104 horas (4 dias y 8 horas)
Esto es un cálculo vago, no hay nade de científico en esta operación pero nos ayuda a entender mas ó menos la diferencia del reloj divino y el reloj humano.
Una vez entendiendo esto ahora podemos comprender por que personas pasan al descanso en su temprana edad; Dios en su infinita omnisapiensia permite que la persona deje de vivir unos cuantos minutos de su reloj, con tal que viva la vida eterna. Posiblemente ésta personas si Dios le permitiera vivir unos minutos mas, perdería la vida eterna. 
También podemos comprender que hay veces que el Señor desea que esperemos unos cuantos segundos de su reloj para hacer un milagro en nuestras vidas. Muchos no entendemos esto y salimos enojándonos con Dios creyendo que a él no le importa nuestra vida ó problemas.
Otro asunto que podemos entender es que Dios prometió a Adan y Eva morir el día que desobedecieran; y así fue de acuerdo a su reloj. Adan murió ese mismo día del reloj divino, su vida llegó cerca de finalizar el día; 930 años.
También podemos entender la segunda venida de Cristo. Cristo en el reloj divino tiene a penas dos días de haber partido. Debido a que nosotros nos regimos con un reloj extremadamente rápido, nuestra preocupación no sería tanto la hora de la venida de Cristo; nuestra preocupación tendría que ser estar preparados para la segunda venida de Cristo no importando cual sea la hora, hay que recordar que esto también se cumple cuando pasamos a la muerte. Con esto no queremos dar a entender que falta mucho tiempo para la venida de Cristo, nosotros no sabemos y no podemos poner fecha, de una cosa tenemos que estar seguros, es que todas las señales que preceden la segunda venida de Cristo ya se han cumplido, y que Cristo y su segunda venida a éste mundo es inminente. La preocupación mas grande tendría que ser, el estar preparado para enfrentar la muerte, ese acontecimiento nos puede pasar de un momento a otro, ¿Si muriéramos el día de hoy, permanecería nuestro nombre en el libro de la vida?



Lunes 22 de septiembre // Lección 13                                                                                   
EL PROPÓSITO DE LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS
El gran plan de redención hallará su culminación en la segunda venida. Sin el regreso de Cristo a esta Tierra, su encarnación, muerte y resurrección no tendrían efecto alguno en nuestra salvación.
¿Cuál es uno de los propósitos básicos de la segunda venida de Jesús? Mat. 16:27.
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
La vida no siempre es justa; de hecho, a menudo no es justa. No siempre vemos la justicia en nuestra sociedad. Las personas inocentes sufren mientras que los impíos parecen prosperar. Muchas personas no reciben lo que merecen. Pero, el mal y el pecado no reinarán para siempre. Jesús vendrá “para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apoc. 22:12).
Esta aseveración implica que debe realizarse un juicio antes del regreso de Cristo. Cuando Jesús vuelva, el destino de cada ser humano ya habrá sido decidido. Jesús claramente se refirió a este juicio investigador en la parábola de la fiesta de bodas (Mat. 22:11-13). El hecho de que somos juzgados por nuestras obras no significa que seamos salvos por ellas ni por nuestros propios méritos. La salvación es por la gracia divina y es recibida por la fe en Jesús (Mar. 16:16; Juan 1:12), que demostramos en nuestras acciones.
Lo importante de la promesa de Mateo 16:27 es que se hará justicia. Simplemente, debemos esperar a que llegue.
Además, en la segunda venida, aquellos que durmieron en Cristo serán resucitados para vida eterna. Jesús repitió varias veces esta promesa (Juan 6:39, 40, 44, 54). Como vimos anteriormente, dado que los muertos están durmiendo en la tumba, la promesa de la segunda venida y la resurrección para vida eterna es de especial importancia para nosotros. Al igual que Marta, podemos decir confiadamente respecto de nuestros seres amados que pasaron al descanso creyendo en el Señor: “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero” (Juan 11:24).
¿Qué ocurrirá con todos los redimidos, vivos y resucitados, cuando regrese Jesús? Mateo 24:30, 31.
3Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Somos seres sociales por naturaleza, y el Señor reunirá a todos los redimidos. Ya no estaremos separados por grandes distancias. Los ángeles nos reunirán y no estaremos separados nunca más.
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Aparentemente cuando una persona se convierte al cristianismo lleva todas la de perder. De cualquier manera sufre de abuso de parte de su familia, amigos y cualquier gente particular, además de humillaciones, maltratos y en muchos casos hasta la muerte.
Pero las personas que son los que abusan del cristiano, también sufren sus consecuencias, debido a ciertas promesas que ha dejado Dios para la humanidad: No os engañéis; Dios nopuede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gálatas 6: 7
Ademas de ésta promesa, también está escrito : Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os volverán a medir  Mateo 7: 22 Por lo tanto todo el mal que se le inflige al prójimo será devuelto al malhechor, esto es una ordenanza de Dios para contener el mal en el mundo. No nos vamos de éste mundo sin pagar nuestras mala acciones, una por una. 
También hay palabras del Señor para aquellos que sufren de parte del prójimo: Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Romanos 12: 19
No importa a que bando pertenecemos, tenemos por delante el sufrimiento
Estas son unas de la razones por la cual nosotros sufrimos en éste mundo:
-Sufrimos por nuestras decisiones equivocadas: Muchas veces nosotros los humanos somos nuestros propios enemigos, y nos convertimos en auto-destructores. Casos patéticos son: Adan y Eva, Jonás, David, Saul, Judas.
-Muchas veces se sufre por los pecados de otros: Dios nunca causaría éste tipo de sufrimiento, ni lo comenzaría , ni lo apoyaría; todo lo contrario va en contra de su naturaleza que es santa y pura. Ejemplo de estos casos son Betsabe, Daniel, Tamar, Oseas, El Buen Samaritano, Pablo, etc
-Algunas veces se sufre sencillamente por desgracias que ocurren en la vida: Hay un interesante dicho que usa el mundo de habla inglesa y se podría traducir así: “Hasta el mejor santo de Dios, tiene su noche obscura” Este tipo de sufrimiento no es ningún indicador de abandono divino, no; simple y sencillamente la vida es dura.
-Muchas veces su sufre con enfermedades y muerte: Esto pasa y pasará a cada persona de éste mundo sin excepción. Tenemos cero protección en contra de la muerte, Jesús lloró húmedas y saladas; lágrimas de humano en la muerte y dolor de sus amigos.
-Muchas veces sufrimos por la tierra: Vivimos en una tierra físicamente con vida que es afectada por tornados, terremotos, fuegos, maremotos, huracanes. Desastres naturales son partes naturales de este sistema viviente, cambiante y fluctuante mundo en que vivimos. Entre mas destruyamos la tierra, mas va a protestar en contra de su destrucción.
-Muchas veces sufrimos por nuestros enemigos viciosos: Hay muchos enemigos viciosos que están dispuestos a robar, matar y destruir toda cosa que sea bonitas y buenas.
-Al final sufrimos por el pecado en general
No importa de que bando somos, estamos sentenciado a sufrir en éste mundo. La pregunta sería cuando yo resucite; ¿quiero resucitar para seguir sufriendo el castigo y la muerte eterna? ó ¿deseo resucitar para vida eterna, sin sufrimiento y dolor? Esa es nuestra decisión en este mundo, Dios nos va recompensar de acuerdo a nuestras obras, y es un juicio justo y perfecto, donde no hay equivocación. Dios juzgará los motivos, no las obras.


Lección 13 // Martes 23 de septiembre                                                                                  
¿DE QUÉ MANERA VENDRÁ JESÚS?
En su sermón profético, Cristo expresó preocupación por las enseñanzas erróneas que aparecerían con respecto a su segundo advenimiento, y advirtió a sus discípulos sobre personas que vendrían en su nombre, “diciendo: Yo soy el Cristo” (Mat. 24:5; ver también vers. 23-26). Él no desea que sus seguidores sean engañados. Por lo tanto, claramente indicó la manera en que vendría.
¿Qué nos dice Mateo 24:27 acerca de cómo regresará Jesús?
27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Los relámpagos no pueden ser ocultados ni falsificados. Destellan y alumbran todo el cielo de tal manera que todos pueden verlos. Así será la segunda venida de Jesús. No se necesitará ningún aviso para llamar la atención de las personas. Todos los seres humanos, buenos y malos, salvos y perdidos, incluso “los que le traspasaron” (Apoc. 1:7), lo verán venir (Mat. 26:64).
¿De qué forma 1 Tesalonicenses 4:13 al 18 nos ayuda a entender cómo será la segunda venida?
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
En su segunda venida, Cristo será visto con toda su gloria como “REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (Apoc. 19:16). En la encarnación, el Hijo vino solo y sin esplendor externo, “sin atractivo para que le deseemos” (Isa. 53:2). Pero, esta vez, descenderá con toda su majestad y magnificencia, rodeado por “todos los santos ángeles” (Mat. 25:31) y “con gran voz de trompeta” (Mat. 24:31). Y, como si todo esto no fuera suficiente, los muertos en Cristo resucitarán para la inmortalidad.
Si confiamos en el Señor con respecto a un evento tan increíble como la segunda venida, ¿por qué no confiamos en él en cada aspecto de nuestra vida?
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Entre una de las doctrinas que está tomando fuerza en nuestros días en las iglesias evangélicas está “el rapto”
La palabra rapto viene de la palabra griega “harpázô”  y a través del latin “rapio” y estas significan “arrebatar”  Esta falsa doctrina sostiene que Jesús vendrá en forma secreta a arrebatar a los santos. Estos permanecerán con Cristo en alguna parte de la atmósfera, ó el cielo por 7 años para celebrar un juicio, mientras en la tierra, los que se han quedado estarán sufriendo la mas grande tribulación, cual nunca ha sucedido en ésta tierra alguna vez; a esto se le llama “la gran tribulación”
Esta falsa doctrina está basada en 1 Tesalonicenses 4 
 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatadosjuntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
La parte interesante que las personas que predican el rapto pasan por alto el versículo 16 que contiene tres expresiones que se necesitan estudiar:
1- Con voz de mando
2- Con voz de arcángel
3- Con trompeta de Dios
1-Con Voz de Mando: La palabra usada en éste texto viene de la palabra griega“kéleusma” Esta palabra se encuentra en escritos extra-bíblicos y aquí es la única vez que se menciona en el Nuevo Testamento. Siempre se usa para describir a un oficial dando ordenes a su tropa, ó a un conductor de bestias apurando a sus caballos. No hay la menor indicación que para dar una orden a una tropa ó apurar a caballos, se haría en forma silenciosa, todo lo contrario se necesita una voz fuerte y clara que impone respeto y orden.
2- Con voz de arcángel: Hay en la Biblia 4 formas de ángeles que nosotros conocemos; ángel, serafín, querubín y arcángel. Por favor, hay que notar que en cielo no existe el rango, ni la superioridad; pero si existe el orden y respeto. 
Los ángeles en su forma general son mensajeros, los ángeles son miles de millones, y se encargan de hacer las diferentes actividades ó trabajos que el cielo requiere.
Los serafines son los inmediatos servidores de Dios en su trono, a ellos se les puede encontrar en una relación directa con Dios. De acuerdo a Isaías 6, son posiblemente 2, y poseen 6 alas; con dos alas se cubren el rostro, con dos alas se cubren los pies, y con dos alas vuelan.
Los querubines son los ángeles encargados de hacer las tareas mas difíciles e importantes que Dios demanda. Trabajan directamente bajo la orden de Dios y de Jesucristo y son los mas excelsos en fuerza y poder. De acuerdo a Ezequiel 10, son 4 querubines, y su descripción es difícil de entender. Conocimos a “lucero, hijo de la mañana” que el español toma la palabra prestada del latín “Lucifer” que significa “portador de Luz” El nombre Lucifer, no es un nombre propio, en realidad es un título, que con el tiempo lo hemos llegado a considerar como un nombre propio. A la caída de Lucifer, conocimos otro nombre y ese es Gabriel.
A ellos los encontramos en muchos pasajes bíblicos, pero uno de los mas importante es la resurrección de Jesús. Cuando Gabriel descendió del cielo para su resurrección, la Biblia dice que la tierra tembló, y su aspecto era como el de un relámpago con vestiduras blancas como la nieve. Todos los que lo vieron quedaron como muertos, una experiencia similar le sucedió a Daniel cuando lo pudo contemplar.
Arcángel: Viene de la palabra griega “arjággelos” y significa “ángel principal” ó“primer ángel”. La palabra “arjággelos” es una palabra compuesta: “arji” que significa “jefe” ó “superior” y “ággelos” que significa “ángel” Se pudiera traducir como “Jefe de los ángeles”
13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.  Daniel 10
Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Judas 1
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; Apocalipsis 7
En estos textos llegamos a la conclusión que Miguel es Jesucristo; hay que recordar que el nombre Miguel significa “Quien es Dios” 
Si en la resurrección de Jesucristo el poder de un querubín causó tanta conmoción en la tierra, ¿Cómo será la conmoción de la resurrección bajo el mando del arcángel Miguel; Jesucristo mismo, cuando libere de la tumba a millones de santos?
3- Trompeta de Dios: En el Antiguo Testamento el uso de la trompeta se ha relacionado cuando Dios hacía intervenciones notables con el pueblo de Israel, también se usaban para congregar al pueblo, y también se usaban para ocasiones de asunto nacional, lo mismo para convocaciones de guerra. En el Nuevo Testamento el uso de trompeta se relaciona con la reunión de los elegidos y la resurrección de los santo.
Para creer en la doctrina del rapto se necesita una cantidad increíble de fe y mucha ingenuidad, ya que arman una doctrina basándose en una palabra y pasan por alto tres sucesos fundamentales como lo son: Con voz de Mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios.
La resurrección de los muertos justos será un suceso grande, glorioso y estrepitoso. Para que un santo sea resucitado necesita escuchar la voz de mando, la voz de arcángel y la trompeta de Dios. Solamente Jesucristo tiene ese poder para que su voz llegue a los lugares mas profundos de las catacumbas donde hay miles y posiblemente millones de justos que esperan su venida, sólo la voz de Jesucristo es capaz de llegar al fondo del mar para reclamar y liberar a los muertos que el mar tiene apresados, y sólo aquel que tiene las llaves de la muerte  y también dijo: “yo soy el camino, la verdad y la vida, y el que cree en mi aunque esté muerto vivirá” es capaz de hacer, que un poco de ceniza que representa al que una vez fue un ser viviente, escuche la voz del que lo está llamando a la vida.
No hay tal cosa de rapto secreto, hay una gloriosa resurrección donde estamos invitados a participar usted y yo.


Miércoles 24 de  Septiembre // Lección 13                                                                           
¿CUÁNDO VENDRÁ JESÚS?
Cuando Jesús dijo, con respecto al Templo, que “no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada” (Mat. 24:2), los discípulos quedaron atónitos. “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? (vers. 3), preguntaron. En el pensamiento de los discípulos, la destrucción del Templo coincidiría con el fin de la historia, en la segunda venida de Jesús.
La respuesta de Jesús combinó hábilmente las señales de ambos eventos: la caída de Jerusalén en el año 70 d.C. y su segundo advenimiento, porque los discípulos no estaban preparados para captar la diferencia entre ellos.
Es importante entender la naturaleza y el propósito de estas señales. No fueron dadas para que determinemos la fecha del regreso de Jesús, pues “del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mat. 24:36). Más bien, las señales muestran la tendencia histórica de los eventos a fin de alertarnos que su venida está cerca, incluso a las puertas. Aunque nunca debemos colocar fechas para su venida, tampoco debemos ignorar el tiempo en el que vivimos.
Lee Mateo 24:3 al 14, 21 al 26, 29 y 37 al 39 (ver también Mar. 13: Luc. 21). ¿Qué cuadro del mundo presenta Jesús aquí? ¿De qué manera encaja con el mundo en el que vivimos ahora?
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Y todo esto será principio de dolores.
Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
La idea más importante que Jesús deseaba grabar en la mente de los discípulos era que su venida estaba cerca. De hecho, en todo su sermón profético, Jesús se dirigió a los apóstoles como si ellos fueran a estar vivos cuando él regresara (Mat. 24:32, 33, 42).
En un sentido muy real, desde la perspectiva personal de cada uno de nosotros, la segunda venida nunca está más lejos que el instante después de nuestra muerte. La muerte es un profundo sueño inconsciente. Cerramos nuestros ojos al morir y, ya sea que pase un año o mil años, lo próximo que sabremos es que Jesús está regresando. Por lo tanto, el sentido de inminencia de la venida de Cristo, que compartían Pablo, Pedro y Santiago, tiene mucho sentido. Para cada uno de nosotros, en forma individual, su venida nunca está más lejos que el instante luego de morir.
¿Cómo nos ayuda este concepto a entender la “inminencia” de la segunda venida de Cristo?
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Siempre han habido personas en toda la historia del cristianismo que han puesto fecha a la segunda venida de Cristo. Entre uno de los rumores que hay en el mundo e inclusive dentro de nuestra misma iglesia es que nosotros la Iglesia Adventista del Séptimo Día también cometimos éste error. Esto no es cierto, “el gran chasco” comúnmente llamado no le sucedió a la Iglesia Adventista, nuestra iglesia aún no se había fundado para éste tiempo bajo ese nombre. Esto le sucedió al “movimiento Millerista” dirigidos por Guillermo Miller. Bajo un estudio profundo de la Biblia, Guillermo Miller llegó a la conclusión de que la venida de Cristo sucedería entre el 21 de Marzo de 1843 y el 21 de Marzo de 1844, luego que éstas fechas fueron calculadas de acuerdo al calendario ritual de los judíos se llego a la resolución que la venida de Cristo seria el 22 de Octubre de 1844.
Al no aparecer Jesucristo en ésta fecha todo este movimiento experimentó el conocido “gran chasco” y como consecuencia miles abandonaron el movimiento. El residuo que quedó en este grupo volvió al estudio de la Biblia par descubrir en que había consistido la equivocación. De éste grupo sale la Iglesia Adventista, que unos años mas tarde descubren la verdad del Sábado y cambian su nombre a Iglesia Adventista del Séptimo Día, nombre oficial que se mantiene hasta el día de hoy. Vale la pena recalcar que en 1859 éste movimiento aún no tenía nombre.
Cualquier persona que intente poner fecha a la venida de Jesucristo, está condenada al fracaso, esa fecha sólo el Padre que está en los cielos la conoce.
A nosotros nos toca prepararnos para éste día, ó para el día de nuestra muerte.
Cuando nosotros pasamos al descanso, estamos a un paso tanto de la vida eterna como de la muerte eterna, sólo es asunto de saber en que resurrección nos levantaremos.
Nuestra preparación consiste con el estudio de la palabra de Dios diariamente, con nuestras oraciones y confesión de nuestros pecados y con la predicación del evangelio entre otras.
Dios nos ayude para un día entrar por las puertas del cielo y contemplar todas esa “cosas que ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.”

Lección 13 // Jueves 25 de septiembre                                                                                  
VELAR Y ESTAR PREPARADOS
¿Por qué es crucial que siempre estemos preparados para la venida de Jesús? Mat. 24:42, 44.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
La clave del sermón profético de Jesús es el imperativo de velar. No significa esperar ociosamente, sino estar activamente alerta, así como el dueño de casa que está prevenido contra cualquier posible ladrón (Mat. 24:43). Mientras esperamos velando, tenemos una tarea que realizar, como la tuvo el siervo fiel que realizó las tareas que su señor le encomendó que realizara durante su ausencia (Mat. 24:45; Mar. 13:34-37).
¿Qué actitud sería fatal para nosotros que afirmamos creer en el segundo advenimiento de Jesús? Mat. 24:48-51; Luc. 21:34, 35. ¿De qué manera podemos evitar caer en esa actitud? ¿Por qué es tan fácil cometer ese error si no somos cuidadosos?
48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
La parábola del siervo malvado da mucho que pensar, especialmente para nosotros como adventistas del séptimo día. Este siervo representa a aquellos que profesan creer que Cristo vendrá otra vez, pero no inmediatamente. Creyendo que el Señor está demorando, piensan que todavía tienen tiempo para vivir con egoísmo y entregarse a placeres pecaminosos, porque, más adelante, seguramente, habrá suficiente tiempo a fin de prepararse para la segunda venida. Por desgracia, esta idea es una trampa mortal, pues nadie sabe cuándo vendrá Jesús. De hecho, incluso si Cristo aún no vuelve, cualquiera de nosotros podría ser llamado al descanso de modo inesperado, lo que terminaría repentinamente con nuestra oportunidad de arreglar las cosas con Dios. Pero, por sobre todo, ceder en forma repetida al pecado endurece e insensibiliza gradualmente la conciencia, de manera que se hace cada vez más difícil arrepentirse. Al diablo no le importa que creamos en la segunda venida de Jesús teóricamente, siempre y cuando pueda hacernos posponer nuestra preparación para ella.
¿Cómo podemos estar preparados hoy? Arrepintiéndonos y confesando nuestros pecados a Jesús, renovando nuestra fe en su muerte expiatoria por nosotros en la cruz y entregando nuestra voluntad completamente a él. Al caminar en comunión con él, podemos disfrutar la profunda paz de estar cubiertos por su manto de justicia.
¿Cuánto piensas en la segunda venida? ¿Cuánto impacta la realidad de la segunda venida en tu vida? ¿De qué manera podemos lograr el equilibrio correcto mientras realizamos nuestras tareas diarias y, a la vez, vivimos esperando el retorno de Cristo?
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Viernes 26 de septiembre // Lección 13
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “En el Monte de las Olivas”, El Deseado de todas las gentes, pp. 581-591; y “Heraldos de una Nueva Era”, El conflicto de los siglos, pp. 344-363.
“Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al Salvador y que, a la distancia, parece rodeada de oscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del Hombre. En silencio solemne la contempla mientras va acercándose a la Tierra, volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta convertirse en una gran nube blanca, cuya base es como fuego consumidor, y sobre ella el arco iris del Pacto. Jesús marcha al frente como un gran conquistador. [...] Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable muchedumbre, lo acompañan en el descenso. El firmamento parece lleno de formas radiantes, ‘millones de millones, y millares de millares’. Ninguna pluma humana puede describir la escena, ni mente mortal alguna es capaz de concebir su esplendor. [...] A medida que va acercándose la nube viviente, todos los ojos ven al Príncipe de la vida. Ninguna corona de espinas hiere ya sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de mediodía. ‘Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores’ (Apoc. 19:16)” (CS 698).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Aunque necesitamos creer en la inminencia del regreso de Jesús, ¿de qué manera podemos evitar los peligros del fanatismo? Eso no siempre es fácil. Después de todo, ¿cuántos fanáticos realmente reconocen que son fanáticos?
2. Medita más en la idea de que la segunda venida de Cristo nunca está lejos de ninguno de nosotros en lo personal, porque nuestra muerte nunca está muy lejana, no importa cuánto vivamos. ¿Qué nos dice esta idea acerca de cuán cerca está realmente la segunda venida,

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